La causa de este cambio cromático son las metilaminas, moléculas que son expulsadas cuando la energía solar calienta el dispositivo, oscureciéndolo, y absorbidas nuevamente en lo que el dispositivo se enfría al ausentarse la luz solar, volviendo a ser transparente.
Los estudios demostraron que la invención estableció una eficiencia de conversión de energía solar de 11.3%. Los autores aseguran que existen tecnologías termocrómicas, pero que no convierten la energía en electricidad. El autor principal del estudio es Lance Wheeler, científico del NREL, y los coautores son David Moore, Rachelle Ihly, Noah Stanton, Elisa Miller, Robert Tenent, Jeffrey Blackburn y Nathan Neale.
Comercialización
El camino hacia la comercialización de esta tecnología se exploró en 2016, durante un programa llamado Energy I-Corps. El argumento de Wheeler era que esta tecnología podría integrarse en vehículos, edificios y otros lugares. La electricidad generada por la ventana de celdas solares de NREL puede recargar baterías para alimentar teléfonos inteligentes o componentes electrónicos de un vehículo, como ventiladores, sensores de lluvia y motores que abren o cierran las ventanas.